miércoles, diciembre 07, 2016

Las vueltas de la vida

Un día estás bien, otro día no. Un día estás, nadie sabe si mañana también...

El hilito rojo sirvió, todo mejoró, todo cambió para bien. Para otras personas, que tienen la felicidad en sus manos, de repente todo se convierte en preocupación.

Nos quejamos de tonteras todo el tiempo, discutimos con el resto por cosas insignificantes.
Lo importante de la vida es estar vivo y sano. Lo demás, puede dejarse a un lado.

Da para pensar...

La vida es una sola y es sumamente frágil. La vida da muchas vueltas y en una de esas, se nos cruza de frente en el camino...

Decidí soltar... y recuperar, y volver a sentir, volver a querer, a entregar, a hacer lo que me gusta para ser feliz, a sentirme satisfecha... se puede.

Aquí estamos de nuevo juntos.

Son frases al aire, pero para mí significan mucho. Muchas energías para la recuperación... todo saldrá bien.




lunes, octubre 17, 2016

¿Cómo te lo digo?

Ya no sé cómo hacerte entender que lo hago por tu bien.

Pero la situación es siempre la misma:

- Le pongo color
- Me enojo tanto
- Siempre te reto por todo
- ¿Para qué me gritas?
- Soy exagerada

Es complicado ser mamá de una adolescente, sobretodo con tu carácter tan fuerte. 

Te cuento un poco... a ver si con esto ayudo en algo a hacer que entiendas: Yo también fui rebelde y contestadora, también me creía invencible, me creía chora. Pensaba que nunca me iba a pasar nada. Así como tú, me encerraba en mi pieza a escuchar música, a escribir en mi diario de vida o a hacer ejercicio. Tenía a mis hermanas para hablar, jugar o para pedir ayuda con las tareas... Quizás eso podría ser diferente a tu vida. No teníamos celulares, ni internet. 

Mi papá controlaba cuando llegaba a casa si es que la tele estaba caliente para comprobar si habíamos estado viendo en vez de hacer las tareas... nos daban tareas (a veces hartas) y había que buscar en revistas y diarios los recortes para poder preparar algo. Revisábamos enciclopedias y diccionarios, calcábamos los dibujos de los libros. Cuando no había Stick Fix, mi mamá nos hacía engrudo con agua, clara y harina para poder pegar las figuras en la cartulina... No podíamos descargar de internet la información. Había que esforzarse para buscarla. No siempre se podían imprimir los trabajos, así es que había que hacerlos a mano. 

Me acostaba temprano, porque estaba cansada. A veces me ponía a hablar por teléfono con alguna amiga en el teléfono que está colgado en la escalera... tenía que encerrarme en el escritorio con el cable apretado en la puerta para poder tener un poco de privacidad. Y mi papá levantaba el teléfono para saber si lo estaba ocupando y me decía a través de él que ya era tarde, que cortara y se quedaba esperando... era humillante, pero yo obedecía, aunque no quisiera. Me gustaría que tú también fueras obediente.

Me cargaba comer guatitas y las tuve que comer muchas veces obligada y tragando con jugo de naranja... no había nada más para comer. Era eso o nada. A ti jamás te he obligado a comer algo que no te guste. Porque para mí fue traumático, no quiero que pases por lo mismo.

Nos iban a dejar al colegio en las mañanas en auto, pero el Zastava se quedaba en pana y teníamos que empujarlo. Pasó muchas veces. En la mañana hacía frío. No teníamos calefactor eléctrico como tienes tú en tu pieza. El desayuno era una leche y muchas otras veces no tomamos porque andábamos siempre corriendo. Nunca nos compraron Chocapic y yo alucinaba con el comercial.

Cuando tenía tu edad, estaban de moda unos bolsos Il Gioco. Eran acolchados y la gran gracia era que tenían olor a flores. Eran caros, mi mamá no lo podía comprar... pero sabes? Compramos la tela juntas y ella me hizo uno igual. Y yo fui feliz con eso. Al menos tú no vas a pasar por eso. Siempre has tenido todo lo que has querido.

Nunca me dieron permiso para ir a pijamadas, ni quedarme a alojar en casas de amigas. Lo pasé mal con eso. Me sentía perna por no poder ir. Excluida obligadamente. No había permiso y nunca hubo. Quiero que te sientas parte del grupo. Quiero que seas feliz y que no te sientes reprimida. Por eso te doy permiso. Pero no quiero que abuses.

Después cuando más grande, no me daban permiso para ir a carretes. Así es que siempre fui perna en el colegio. No participaba de casi ningún carrete. Recién en tercero medio empecé a juntarme con amigos y muchos de los asados eran en la casa... y elegía hacerlos en la casa para poder participar más. 

Hasta aproximadamente los 15 años traté de Usted a mis papás... ¿te imaginas? El respeto era sagrado. Nunca una mala palabra. Jamás dijimos groserías en la casa. Estaba prohibido y además que no era parte del lenguaje familiar. Una vez le dije "weona" a mi hermana y mi mamá me lavó los dientes con jabón en barra. Fue espantoso, pero nunca más lo volví a hacer. Me enseñaron que debía ser y comportarme como señorita. Nos ponían reglas de cómo comer, cómo sentarnos en la mesa, no se podía almorzar en pijama, ni poner el codo en la mesa, ni sentarse a la mesa con gorro ni con el pelo mojado. Todas esas reglas eran terribles, pero teníamos que respetarlas. Porque el respeto a los papás era sagrado. Esperaría que de ti, también naciera ser respetuosa, que no respondas como si estuvieras en la vega, que trataras de analizar un poco más las cosas antes de decirlas...

Si te digo que quiero que seas responsable, es por tu bien. La responsabilidad permite que uno pueda obtener triunfos en la vida. Imagina que a mí se me olvidara pagar el agua, la luz o el dividendo... Eso no se puede hacer, porque es un deber. No puedo llegar tarde a mi trabajo, porque debo cumplir horario. No me mando sola en ese sentido. Si te pido que te acuestes temprano, es para que tu mente y tu cuerpo descansen, eso te permite estar más despierta, con buen ánimo al día siguiente y tu salud es mejor. Si te pido que te levantes temprano es porque te demoras mucho en hacer lo que te gusta: tomar desayuno, peinarte e incluso revisar tu teléfono... si te levantaras más temprano, alcanzarías a hacer todo, sin que yo te esté apurando y sin tener que pelear cada día...

Matan niñas todos los días en todas partes del mundo. Las violan, les pegan, las secuestran, les gritan en la calle, les corren mano en la micro. Está lleno de casos así en todo le mundo y pasa desde siempre. A mí también me pasó. Me manosearon en un paradero. Cuando estaba embarazada de ti, un cerdo me dijo "qué lindos sus senos"... Otra vez me agarraron el poto en la micro. A amigas les pasó que un gallo degenerado les mostró el pene por entremedio del pantalón en el asiento al lado en la micro. ¿Te acuerdas cuando me contaste del asqueroso que te miraba cuando corrías en el parque? Están en todos lados. Si te digo que no quiero que te expongas en redes sociales, no es por ponerle color ni por ser exagerada. Es porque está lleno de gallos depravados y de mente enferma buscando justamente a niñas o mujeres jóvenes que se publican gratuitamente sin pensar en que sus fotos van a ser usadas para masturbarse... y quizás para qué más.

Te escribo todo esto para que entiendas de una vez, que lo único que quiero es cuidarte y que seas feliz. ¡Cuánto habría dado por saber que no debía tener miedo a mis padres, sino que debía confiar en ellos! Pero me pasaba que si contaba las leseras que hacía o quería hacer, me retaban, porque no entendían los rollos juveniles. Quiero que confíes en mí. No te prohíbo casi nada, pero por lo mismo espero que tú me retribuyas siendo obediente y respetuosa. Eres muy cariñosa y con un corazón bueno, pero muchas veces se te olvida que debes seguir reglas y también se te olvida que vives conmigo.

Espero que de una vez por todas, lo entiendas. Así espero que sea... Te quiero y quiero lo mejor para ti.




martes, octubre 11, 2016

Pause

Estoy desmotivada.

Me gustaría desaparecer un tiempo. Desconectarme de todo, que nadie dependa de mí. Que no me busquen, que no me necesiten. Necesito escaparme. He estado siempre dando lo mejor de mí, pero ahora no quiero darlo y no lo estoy haciendo. Me aburrí. 

Hice un resumen mental de todas las preocupaciones que me persiguen últimamente y me di cuenta que son hartas... unas más importantes que otras, unas legales, otras netamente emocionales, pero las que más me complican son las que no puedo controlar y tienen que ver con la incertidumbre de desconocer el futuro. No elegí bien mi profesión, no me llena en absoluto lo que hago. Estoy completamente desmotivada. Dentro de tanto pesimismo, al menos logro entender de qué se trata todo esto.

He logrado tantas cosas, pero siento que al final no avanzo. Estoy estancada en mis emociones. Visto desde afuera, pareciera que he logrado un montón de cosas con ímpetu y perseverancia. Y claro que es así. No puedo negar que he tenido varios triunfos. Más triunfos que fracasos. Pero algo en mí, nunca está conforme. ¡Qué terrible! No logro estabilizarme. Siempre ando buscando cosas nuevas, no me acomoda vivir haciendo siempre lo mismo, no me motiva la pega, ni mi empresa.

Dejé de leer, de grabarme cantando, hasta dejé la dieta de lado. Esto me empezó a preocupar.Me di cuenta ayer.

Sé que esto es cíclico, y espero que al sacarlo de mí a través de estas palabras me ayude a sentirme mejor. Hay demasiada angustia. Me siento como un globo aerostático, debo dejar caer algunos pesos para poder flotar de mejor manera. De a poco voy sacando lo que molesta, pero justo en este momento no creo poder lograrlo. Va a tomar un poco de tiempo.

Cuando termine de eliminar las cosas que nunca sirvieron en la casa y que guardé por largo tiempo, creo que será el gran paso para seguir avanzando. Me ha costado deshacerme de las cosas, pero es reconfortante cuando logro hacerlo. Las cosas son cosas, se regalan, se venden, se pierden, se rompen, se olvidan, se hacen innecesarias cuando ya no las tienes.

Estoy cansada de tener expectativas altas para todo. Eso me pasa porque no me conformo con poco. Me aburre repetir las cosas una y otra vez y que pasen de largo... como si no hubiera dicho nada y tengo que volver a empezar. Es una espiral que se devuelve al punto de inicio, como las figuras de M.C. Escher. Rutina. Maldita rutina.

Por ahora en pausa... luego pondremos play. Nunca rewind.

miércoles, julio 13, 2016

Me gusta

Me gusta desayunar contigo
Me gusta idear mi vida a mi manera
Me gusta el café con endulzante
Me gusta gritar en la montaña rusa
Me gusta oír la lluvia afuera, estando acostada en la cama

Me gusta manejar en carretera una mañana asoleada
Me gusta escuchar el ruido del mar

Me gusta escribir lo que siento
Me gusta no tener que levantarme un día domingo
Me gusta cantar hasta quedar afónica
Me gusta ayudar a los demás dentro de mis posibilidades
Me gusta negar que me gustas
Me gusta trabajar en lo que me llena
Me gusta andar sin zapatos sobre la arena
Me gusta sentir que me abrazas y buscas mis manos mientras duermes

Me gusta el humor sarcástico
Me gusta la comida italiana, sobretodo los ravioles
Me gusta salir a comprar ropa

Me gusta ser libre e independiente
Me gusta leer todas las noches antes de dormir
Me gusta una galleta de mantequilla con el café
Me gusta verme linda cuando me arreglo
Me gusta compartir un asadito o un trago con mis amigos
Me gusta reciclar
Me gusta escribir en clave

Me gusta estar contigo

miércoles, junio 22, 2016

Canción que me inspira hoy

Hay canciones que inspiran, que hablan de temas que podemos hacer propios. A veces siento que la canción la escribí yo, por todo lo que dice, porque expresa exactamente lo que siento o lo que pienso.
Hoy me inspira esta canción, que habla mucho de lo que pasa por mi cabeza desde hace un tiempo...
Es de Kany García, una galla que por cierto, o se inspiró directamente de algún episodio de su vida o se agarró del desamor  para crear unas cuantas canciones que hablan mucho por sí solas. 

Ésta se llama "Para volver a amar". Copio sólo los versos, sin coro repetido. 

Mírame, ya me ves
Creyéndome tan fuerte tan llena de vida
Dibujando sonrisas ante las miradas
Llevando tanto adentro y mil historias atrapadas

Mírame y hazlo bien
No pienses que estoy loca
Si ando sola en este rumbo
¡No puedo dar lo que se me robó!

Para volver a amar debo sentir que vivo
Y no andar huyendo
Para poderte dar lo que un día fue mío
Y hoy ya no lo encuentro

Hoy sólo busco pedazos
De lo que un día fue un corazón abierto
Y no por ti, no por mí
Si no que el tiempo diga adiós a algún recuerdo

Sé muy bien que intenté
Poder recuperar los trozos que me quedan
De este corazón que amó sin ver medida
Y que hoy vive con miedo y anda a escondidas

Sé muy bien que no crees
Al verme tan segura y con las fuerzas que camino
¡No, no, no puedo dar lo que se me robó!

Yo sé que de apariencias no se vive
A quién engaño
Yo no puedo amar, yo aún no puedo
No puedo


lunes, junio 13, 2016

Por mí


Buscando la frase "nada vale más que tú" en Google, con el objetivo de encontrar alguna foto con texto como la que  justamente publico en este post, encontré este mensaje que me gustó y considero interesante de analizar.

He leído en redes sociales quejas incansables contra el Gobierno, contra el mundo, contra las injusticias y/o contra alguien desconocido (vía indirectas). Escucho todos los días reclamos con respecto al trabajo, a los viajes estresantes para acudir a él; yo me quejo de tener que viajar todos los días en tacos agotadores, apestosos, enfermantes para llegar a trabajar esclavizada en esa comuna que odio, en una oficina donde debo cumplir con mi trabajo y con temas anexos para lo que fui contratada... y me quejo, y me quejo, Ustedes se quejan y todos nos quejamos. 

Y de tanto quejarme, me llega un pensamiento del diablito bueno que me dice: "agradece que tienes trabajo", "valora lo que tienes y no lo que no tienes"... Todos los días llegan hombres en busca de trabajo a nuestra oficina. Algunos vienen recomendados, otros, probando suerte. Lamentablemente a todos hay que decirles que no. "No hay pega", "no hay vacantes", "no estamos recibiendo papeles", "vuelva en Agosto" (partimos en Diciembre diciendo que partíamos en Febrero... y seguimos pateando el tiempo... ya vamos en Agosto). Por ello, me vuelvo a repetir: "valora lo que tienes", "agradece que tienes trabajo". Y más aún... me da el estado melancólico EMO y me digo: "valórate".

"Valórate"... Claro que me valoro. Me creo la raja. Pero de tanto creerme la raja, me angustio, porque no siempre me resulta todo lo que ansío. Quizás debería ser más humilde. Por lo mismo me quejo. Por falta de humildad. Por ambiciosa y a veces arrogante. Yo me autoevalúo de forma permanente. he sido pedante, he actuado de forma impulsiva cuando algo me desagrada, a veces contesto pésimo, soy demasiado sincera con las emociones. Pero las emociones pencas, la rabia y el miedo son las que me superan. Porque para la alegría y la ternura sale el osito de felpa que llevo dentro. Y no es la rabia de andar enojada por la vida, es la rabia de tratar de defender lo que es mío, lo que considero correcto, pero a veces de forma equivocada, IMpolíticamente correcta. (Admiro sinceramente a las personas de los callcenter por mantener la compostura a pesar de que uno les dice un cuanto hay de pesadeces y negativas a sus ofertas). Lo peor de todo es que me doy cuenta. Cuando uno se da cuenta de lo que hace se somete al peso de la conciencia... y eso sí que es complejo.

Y así es como viene al caso el texto de la foto:

Si sufres, es por ti
Si te sientes feliz, es por ti
Si te sientes dichoso, es por ti.
Nadie más es responsable de cómo te sientes, 
sólo tú y nadie más que tú.
Tú eres el infierno y el cielo también.


Si sufro es por mí... un estado creado. No hay razón para sufrir. No me falta nada para desenvolverme en la vida. Miro a mi alrededor y lo único que me falta a veces es no sentirme sola... por ahí va el tema. Pero no hay motivos. Es por mí. Pero... me hacen sufrir los malos recuerdos que no se van, la falta de empatía de la gente, un grito injustificado, una reacción violenta... eso sí que me hace sufrir.

Si me siento feliz, es por mí. Por todo lo que he logrado, por mis éxitos y los fracasos que me han ayudado a crecer, que me han enseñado a esforzarme cada día. Me siento feliz con cosas súper simples. El ruido del mar, una fogata con fuego crepitando, una puesta de sol, una cucharada de manjar, un "hola, me acordé de ti", un abrazo cariñoso, un chocolate de sorpresa... Aunque no me gustan los regalos. Prefiero gestos con sentimiento, por sobre todo. Las cosas se compran, se pierden o te las roban. Los momentos quedan para siempre.

Nadie más es responsable de cómo me siento. Todas las emociones las creo yo. Autocontrol. Valorarse. 

Yo soy el infierno... y el cielo también. Yo creo el entorno donde quiero vivir. Por eso me abstraigo del entorno global. Ya no me interesan las noticias de la TV, no leo los diarios a menos que sea para buscar algo en particular de lo que deba informarme. Estoy desilusionada del país en el que vivo. País culiao. Por eso me abstraigo y vivo en mi entorno directo e inmediato.. con la utopía de que algo hago para cuidar el planeta por medio del reciclaje. Yo soy el infierno y el cielo también.

Cada uno es quien quiere ser y logra vivir de acuerdo a sus posibilidades. Las cosas no son todo. Los momentos, la esperanza de algo mejor cada día creo que es la base del éxito. Por mí. No por los demás. Por mí, por mi necesidad infinita de sentirme plena, aunque sea de forma esporádica. No es egoísmo ni egocentrismo. Es ser. Sólo ser. Por mí y por nadie más. Porque para mí "nada vale más que yo".





sábado, junio 11, 2016

Hoy

Hoy es uno de esos días en que tengo ganas de escribir, pero es muy tarde y me va a faltar tiempo... Puede ser que mañana lo haga. Es probable, muuuy probable.

sábado, febrero 20, 2016

Las misas y yo

El título es el tema... tengo un cuento con las misas. En resumen, antes de empezar, me carga ir a misas, no me agrada estar siguiendo un ritual que no me agrada, que no entiendo (que por lo demás no me interesa entender).

He ido varias veces a misa, lo que me ha obligado, aunque suene obvio, a entrar a diferentes iglesias, a algunas más de una vez. Cuando he estado dentro de las iglesias, parroquias, capillas o como se llamen, me dedico a mirar las estructuras, las entradas de luz, las bancas que siempre son de madera y enfermas de incómodas, la decoración, las luces, los Cristos y Marías (a veces también hay Santos) por todos lados, además de los salmos estampados en las paredes. En general están bien mantenidas. Se nota que algunas tienen más presupuesto que otras. Hay unas que son bastante modernas tanto en la arquitectura como en la luminaria (se nota de inmediato) y otras más austeras o bien, más antiguas... Estas últimas me gustan harto más, porque tienen historia, como la Capilla Sixtina en el Vaticano, la Catédrale de Nôtre Dame o du Sacré Coeur en París que hace muchos años pude conocer... Si bien no me gusta entrar a las misas, las iglesias vacías me parecen lugares acogedores y dignos de ser visitados. Cuando he estado en otras ciudades, me llama la atención entrar a iglesias, porque de alguna forma se puede entender la dinámica de un pueblo y sus costumbres eclesiásticas. Recuerdo en una ocasión haber entrado a la iglesia du Saint Jean en Nymes (creo que fue) y quedé pegada con una música de piano de fondo que sonaba. Fue un momento bastante especial para mí, tenía 17 años y nunca he sido cristiana. No niego que existen energías que superan creencias de todo tipo... en esa ocasión, me sentí rara, extrañada de mí misma.

En el viaje al Caribe entramos a una iglesia protestante. Chiquita, un poco oscura, porque estaba sin público. Se cumple la misma tónica de siempre. Butacas, decoraciones en las paredes, diario mural. 

Iglesia en Islas Caimán - EVERYONE WELCOME



        La iglesia de arriba por dentro                        


Volviendo al tema de inicio, tengo un tema con las misas católicas. Son las que conozco, así es que mis comentarios son limitados a esto. Dependiendo del tipo de misa, me preparo sicológicamente para asistir. Cuando son de matrimonio las tolero más que cuando se trata de misas de funerales. Es evidente que en una misa de matrimonio tanto los novios como los invitados estamos contentos, ansiosos por lo que viene después (la fiesta, el cóctel, almuerzo o lo que sea) y se lleva bastante amena la cosa, además que anda todo el mundo arreglado. 

Sea cual sea el motivo de la misa, me he fijado que se hacen unos rituales que detesto, dentro de los cuales están: 

1) Pararse y sentarse a cada rato. No lo entiendo. 
2) Repetir frases después del cura. Nunca entiendo lo que dicen, tampoco sabría en qué momento decir algo... 
3) La famosa paz: No entiendo esa weva' de darse la mano con gente que no conozco o el concepto de hacer la paz con alguien sólo porque sí. Creo que esta parte de la misa es la que más me desagrada. Si puedo hacerme la lesa, lo hago. En los matrimonios es medio difícil arrancar porque es gente conocida... 
4) La colecta. No se supone que las iglesias se arriendan para los "eventos". ¿Por qué entonces pasa una señora pidiendo plata? Conmigo no cuenten para estas colectas.

Cuando he ido a misas de funerales, más bien por acompañar a algún familiar del difunto, me quedo afuera. Podrán decirme en ese caso, que mejor no vaya, pero mi concepto de acompañar tiene que ver con estar ahí, sobretodo para dar el pésame al momento de la salida. Mal que mal, la gente valora la presencia física en las despedidas y a mí también me gustaría que me acompañaran en mi dolor, cuando me pase algo así... Aunque sea afuera.

El asunto es claro para mí. Me carga ir a misas. No me gustan los rituales religiosos de ningún tipo, no entiendo tampoco las creencias en seres superiores, y por lo mismo, si bien entro a participar de los rituales porque soy una persona tolerante y que vive en sociedad, no es algo que me agrade. Con las iglesias en cuanto a su arquitectura y estructuras no tengo problema, es más, puedo decir que me gustan. 
Por estas razones es que cuando me muera, no quiero que me hagan misa. Prefiero una fiesta... Viene en un próximo  post.

miércoles, enero 27, 2016

Portales de citas

Me causa curiosidad entender por qué hay personas (y tantas personas) que buscan compañía por internet en portales de citas. 

La soledad es un estado mal entendido. Sé que uno se puede sentir solo, pero también puedes sentirte libre. Es una elección de cómo quieres enfrentar la vida. Esa soledad vista desde la incapacidad de poder vivir sin depender de otra persona, a mi parecer es dañina porque obliga a buscar compañía de cualquier forma y unas de ellas son las famosas plataformas de internet en las cuales personas que se sienten solas buscan a otros en su misma situación para superar (o ahogar) la soledad.

Conozco un par de casos que se ven en la necesidad permanente de estar conectadas a portales de citas simplemente porque no soportan la idea de estar solos. Me he fijado que esas conexiones con desconocidos, les aportan una sensación de compañía. Además, si alguien le gusta a la otra persona, es gratificante porque se convierte en un espacio de recepción de aplausos, piropos, risas (aunque sean puros "jajajás"), se sienten bien... Es un mundo irreal, lleno de fantasías y colores bonitos donde por un tiempo no existen críticas, porque lo único que hacen es mostrar la parte buena, todos los logros, éxitos, fotos mejoradas (a veces photoshopeadas o con filtros) que esconden las imperfecciones. En fin puras palabras bonitas y puras ganás. [Para qué hablar de los que se roban fotos de otras personas y se hacen pasar por otros... ese tema sí que es preocupante...] Alguna vez conocí a un par de personajes por internet (no precisamente en estas páginas) y por eso sé que así... además de todo lo que he escuchado de estas famosas páginas, se da un ambiente entretenido, pura amabilidad... curioso, por no decir, hipócrita. 

Una vez me dijeron que buscara a mi media naranja, manzana, pera o la fruta que sea en estos portales y en realidad no me interesa en absoluto. De verdad que no entiendo el sistema. Conversar con gente que no conozco para encontrar pareja. Si ya sé que en general lo que muestran las personas ahí es puro maquillaje. Ya me lo han demostrado estos amigos que lo han hecho y un par de experiencias que viví hace años atrás.

Les cuento lo que me pasó hace muchos años, cuando conocí por IRC a un tipo que me pareció tan interesante que accedí a juntarme con él. Ojo en que por el año 2000 no había Whatsapp, ni Messenger, ni teléfonos con cámaras, ni nada similar a lo que hay en la actualidad.

La historia es algo así: 

1) No pude reconocerlo fácilmente porque no era como decía ser físicamente, Wn! Gordo no es lo mismo que "robusto". Era descomunalmente redondo. 

2) "Tengo ojos verdes" y los tenía café claro.

3) Llegando al estacionamiento del Mall (elegí un lugar concurrido por si tenía que arrancar), me dice que vayamos al Parque Alessandri para estar más tranquilos. What?

4) Dijo que era súper caballero y con cuea abrió una de las puertas del Mall.

5) Me contó cuando fuimos a tomar algo que él sólo comía y tomaba cosas naturales... What? Mentiroso... te comías hasta los postres, guatón.

... a estas alturas yo ya quería sólo irme a vitrinear ropa... estaba apestada. Mostré mi peor lado de desagrado, muy molesta en todas las respuestas. Se me salió todo lo pesada que puedo llegar a ser.

6) Era un charlatán. Hablaba de todas las cosas que tenía en su casa (que habían sido compradas por su mamá porque él era estudiante). En esos años, minicomponente con lector de CDs, parlantes, microondas y blablabla... Del auto, de la plata y puras COSAS que me importaban un comino.

7) Compré un paquete de palomitas, de esos de tarro en un carrito que había cerca del cine, y el loco sacaba a manotazos como si se acabara el mundo.

8) Pasó una hora, con suerte, y mi cara de horror era más que evidente. Nos despedimos y nunca más lo volví a ver. Ni siquiera me acuerdo cómo se llama jajaja. 

Me pasó con otro tipo, que resultó ser compañero de curso en la Universidad, que me hablaba en buena onda durante un verano, también por IRC, porque sabía que estudiaba lo mismo. Era súper cariñoso, Buena onda el tipo. Cuando volvimos a clases NUNCA en su puta vida me habló. No sabía reconocerlo. Me decía después de clases que me había visto, que me veía linda y yo no lograba saber quién era. Hasta que caché. El compañero invisible de la clase. Una mierda. Me cargan las dobles personalidades. O eres o no eres, pero era absolutamente distinto en persona a que por chat. Así es que cagó conmigo. Nunca lo pesqué. Hace pocos años me encontré con él en un pub, curao, y me habló como si nada jajajaja... Gente rara.

A raíz de la primera experiencia espantosa y la del gallo bipolar, decidí que nunca NUNCA en mi vida iba a conocer a alguien a ciegas. De porfiada, años después, volví a conocer a otra persona de la que no voy a hablar. Sí conocí a varios amigos que se han mantenido en el tiempo, pero los primeros acercamientos vía IRC (que fue donde los conocí) no fueron precisamente en onda de buscar citas. Fue la ingeniería que nos juntó como tema común.

Para cerrar, de acuerdo a lo recopilado por quienes me cuentan sus experiencias en estas páginas, es que buscan compañia... nada más. Algunos dicen que tienen un círculo muy cerrado, que no salen mucho y por tanto se hace difícil conocer personas, que son tímidos, que no saben cómo hacerlo... Es lo único que entiendo, pero no lo haría. No me interesa. 



jueves, enero 21, 2016

Mi vida no es una novela

Me he vuelto tan adicta a la lectura, sobretodo de novelas románticas, que empecé a creer que mi vida puede lograr ser una de ellas... mi propia novela...

Me he emocionado por frases hermosas que he leído y que en algunas ocasiones las he robado para hacerlas parte de mi vida. He llorado cuando las historias se ponen tristes, empatizo con los protagonistas, me estremezco cuando el enamorado hace todo para conquistar a su amada pensando en la envidia que me da que esa mujer sea quien viva esas experiencias tan bonitas y yo no. 

Tanto me he involucrado en algunos libros que incluso tomé prestada una idea que me pareció interesante para conquistar a alguien y no me resultó jajaja. Lo he pasado mal, más de una vez, al igual que algunas de mis amigas temporales de mis libros. Me he vuelto dura, esquiva, con terror a sufrir, sin muchas ganas de luchar por lo que quiero. En las historias, mis amigas (temporales) protagonistas también lo pasan mal de repente, lloran, se protegen ante el miedo al rechazo, se esconden, pero se levantan, cambian el rumbo de sus vidas, se atreven, se dejan amar, hacen locuras... 

Me he puesto nerviosa cuando quedando pocas páginas de algún libro y el final se presagia poco prometedor para los protagonistas, siento que todo lo leído no ha valido la pena... pero los finales rara vez terminan tan mal. Se producen vuelcos inesperados, que no son inmediatos, pasan meses o incluso años, pero se ve la luz al final de camino y se obtiene el tan idealizado "vivieron felices para siempre".

A raíz de esto, llámenme loca o lo que sea, siempre he creído que es posible vivir mi propia novela romántica. Lamentablemente, mi vida no es una novela, sólo tengo acceso a lo que yo siento y no a lo que pasa al resto de los personajes de mis historias. No puedo ser la escritora omnipresente. Por esto, entiendo que más que una novela, mi historia es un diario de vida, una bitácora de vivencias en la cual sólo yo puedo saber el pasado, el presente e inventar el futuro, aunque este futuro siempre se vuelve incierto. Sigo recopilando historias para poder algún día decir que esta historia ha terminado. 

No me queda más que aterrizar y dejar de ser tan idealista y bajarme del pony. Definitivamente mi vida no es una novela. Falta que alguien me diga: "Bienvenida a la realidad". 

jueves, enero 14, 2016

Escribo

Escribir (del latín, scribere) / según la RAE
1. tr. Representar las palabras o las ideas con letras u otros signos trazados en papel u otra superficie.2. tr. Componer libros, discursos, etc. 3. tr. Comunicar a alguien por escrito algo. 4. tr. Trazar las notas y demás signos de la música.[...]


¿Por qué escribo? 

1. Porque me gusta.
2. Porque lo hago desde niña y no he dejado de hacerlo. Lo he hecho en distintos formatos, desde agendas, cuadernos, diarios de vida, libretas, servilletas hasta post-it, 
3. Porque cuando tenía ganas de expresar mis emociones de adolescente, no sabía cómo transmitirlas. 
4. Porque en esos años en que más necesitaba atención, sentía que no tenía dónde buscarla y me refugié en mis textos. Y dejé de hacerlo durante algunos años, porque más que ser un canal de ayuda, se estaba convirtiendo en un camino con un recorrido muy oscuro.
5. Porque me permite liberar emociones que no sé a quién ni cuándo expresarlas. (Mientras escribo esto, me doy cuenta que lo hago por casi los mismos motivos que cuando era niña, con la diferencia que ahora estoy consciente de por qué lo hago)..
6. Porque siento que pocas personas tienen la capacidad (o las ganas) de conversar temas profundos que desarrollo mediante lo que escribo. Y no es que me crea una sabelotodo, pero emitir opiniones sobre lo que pienso, me parece sensato.
7. Porque me acompaño a mí misma en la búsqueda permanente de respuestas sobre las situaciones y circunstancias de mi vida y de la vida de otros.
8. Porque creo que me fortalece internamente. En contradiccón a lo que me pasaba en mi época de teenager.
9. Porque siento que si no expreso lo que siento, me volvería loca.
10. Porque no me gusta guardarme para mí todo lo que observo.
11. Porque puedo plasmar mis vivencias y revisarlas después. Esto me ha servido para ver mi proceso de "maduración" a lo largo de los años que llevo escribiendo.
12. Porque se ha convertido en una necesidad.
13. Porque a veces me siento sola y siento que puedo manifestar agrado o desagrado sin esperar mucho feedback. A veces echar afuera lo que siento, me hace sentir mejor. Sea cual sea el motivo. Las cosas bonitas habitualmente se comparten. Las feas, no. 
14. Porque sueño con ser escritora y que alguna vez algo de lo que he escrito me sirva para poder escribir una novela.
15. Porque me encanta leer y si los escritores transmiten mensajes, también creo que puedo hacerlo.
16. Porque siento que tengo un don que quizás muchos tienen pero no lo han descubierto ni desarrollado.
17. Porque me gusta expresar lo que siento, creo y pienso.. Ya lo dije, pero al fin y al cabo son las mejores razones.

Todo esto que les muestro a continuación, aún conservo desde mi infancia hasta ahora:

Mis diarios de vida 1991-1997

Cientos de hojas escritas entre 1995 al 2001


  

El primer poema que escribí, dedicado a mi primer amor.



lunes, enero 11, 2016

¿Para qué te casas?

Nunca he vivido el proceso del matrimonio, así es que es posible que hable sobre muchos supuestos. Lo que sí viví fue la convivencia y si bien no había contratos de por medio, creo que es la misma cuestión, con la gran diferencia que la decisión de terminar la relación es un poco menos compleja: sólo se deshace y punto (no hablo, por supuesto de lo que involucra a nivel de sentimientos y emociones).


En conversaciones con varios amigos, me sorprende que varios de los que se han casado, ya no siguen juntos después de un promedio de 4 años (o menos). Pololeos eternos que terminan en matrimonio y que al final, duran un par de años juntos y se va todo a la chuña. ¿Qué pasa en las relaciones que duran tan poco? Tengo la impresión que las parejas no son amigos entre ellos. A mi juicio, la base para que una relación funcione es la confianza, por sobre todas las cosas. Ser el partner, el fan número uno de la pareja, admirarlo, sentir que esa persona complementa tu vida en muchos aspectos (no en todo, pero en la gran mayoría de ellos), poder hablarle de lo que sientes o piensas sin miedo a que el otro emita juicios negativos hacia ti. Las descalificaciones dentro de la pareja son el primer paso al fracaso.

Me he dado cuenta que varias de las personas con quienes he conversado que han fracasado en sus matrimonios, o que ven el futuro ya medio negro y poco esperanzador, es porque sienten que han perdido su libertad. He hablado en otras ocasiones de lo agradable que es sentirse libre, de no sentir miedo a hacer o deshacer porque eres libre de hacer lo que se te ocurra... El matrimonio para algunos se convierte en una cárcel, en un círculo cerrado que les prohíbe hacer lo que les gusta porque a su pareja le molesta, porque no le agrada. Hay algunas personas que consideran que sus parejas (marido o señora) les pertenecen. Eso es un tremendo error. Si bien formas un núcleo entre dos personas (los hijos no vienen a contexto), cada uno debe mantener sus libertades individuales e idealmente poder compartir la mayoría de los gustos entre ambos. ¿Para qué decides compartir tu vida con alguien si tienen gustos muy dispares? Es esencial buscar a alguien que comparta la mayor parte de tus gustos, que tenga similitudes en cuanto a formas de ver la vida, a cómo se plantea el futuro, que hable en tu mismo lenguaje... estas diferencias al comienzo se pueden llevar porque ambas partes habitualmente ceden, pero con el tiempo se desgastan, se vuelven muchas veces intolerables lo que finalmente matan la relación.

La comunicación es esencial. Si no conversas sobre tus emociones, sobre lo que te molestó una primera vez por miedo a que el otro se incomodara, entonces es posible que empieces a guardarte todo hasta explotar. Es muy típico que si planteas que la relación no anda bien, la otra persona se ofenda y tire toda la mierda acumulada a la cancha y la situación en vez de mejorar, empeora.  Si tratan de conversar algún tema sobre sensaciones respecto a la forma en que se están relacionando,  y no hay capacidad de escuchar y entender al otro, entonces la relación se va yendo de a poquito a la cresta. Al final, terminas contándole todo a otras personas, lo dejas como chaleco de mono y sigues viviendo en la hipocresía de la relación estable.

Las personas no cambian. Si te ha molestado durante toda la relación algunas reacciones de tu pareja, no esperes que casándote con ella, vaya a cambiar. Eso no pasa. En serio que no. Incluso a veces puede ser peor que antes, precisamente por eso que mencioné antes, del sentido de pertenencia: ya estamos casados así es que tienes que aguantar. Si el tipo es flojo o agresivo, si la mujer es histérica o cómoda, si son celosos, lo van a ser siempre. Si nunca les ha molestado eso de su pareja, bien, pero después no se quejen.

Tuve algunas de conversaciones interesantes con personas: La primera que se va a casar, pero que lo hace porque la pareja es una buena persona, aunque no esté enamorado. Otr@ que ya está casad@ pero que siente que no puede hacer todo lo que le gusta, porque la pareja no lo apaña. Por otro lado, tengo una pareja de amigos que son súper cómplices entre ellos, que confían plenamente el uno en el otro y eso es lo que los mantiene unidos, son amigos además de esposos. Lo mismo ocurre con mis papás...

Sigo manteniendo que el matrimonio, si bien es un contrato, debería ser para siempre (o para largo). Es una decisión que debe tomarse a conciencia para que ambos se sientan felices, plenos y complementados. Está claro que nadie se casa para separarse, las cosas no funcionan así. Nadie sabe que no va a resultar hasta que no prueba, pero hay algunas cosas a considerar que no son menores al momento de tomar la decisión. El enamoramiento tiene fecha de vencimiento, el amor viene después, con cuidados, con respeto, con cariño, con preocupación, con atenciones, con trabajo, con complicidad, con sonrisas permanentes, con alegrías compartidas, con abrazos y sobretodo, con confianza. 

lunes, enero 04, 2016

Un año más. Es mi cumpleaños.

Es entretenido cumplir años justo cuando cambia el año calendario, porque puedo revisar cada año como uno completo vivido.
Hoy vuelvo a cumplir un año más, un año que tuvo más altos que bajos y muchas nuevas experiencias y enseñanzas que rescato para el resto de mi vida.

Partí el año trabajando, después de haber estado 6 meses con receso obligado, dedicada principalmente a mi negocio. Descubrí que trabajar en mi profesión me alimenta el espíritu mucho más que el hobby de dedicarme a los eventos. Comprobé que de verdad el aire acondicionado me da alergia y que por culpa de un cambio brusco de temperatura, terminé muda por casi dos semanas. Pésima forma de empezar el año, considerando que justo estaba comenzando una pega que requería que hablara harto y no podía hacerlo... buaa

En Febrero, llegó el día esperado de partir en familia a uno de los mejores viajes que pude haber hecho con ellos. Anduvimos en un crucero por el Caribe y las Bahamas. Conocí Miami, Islas Caimán, Nassau, Jamaica y Orlando entre otros lugares de ensueño. Despejé la mente, me desconecté de internet, de preocupaciones, de malos recuerdos. Fue un viaje que nos unió más como familia, logramos "soportarnos" durante varios días y fue enriquecedor desde el punto de vista que se mire.

La Fran entró a clases y comenzó la rutina de correr todos los días para todos lados. El resto del mes fue trabajar y trabajar en la obra, conocer a mis compañeros de trabajo, entender realidades de otras personas que han tenido experiencias de vida muy distintas a las que yo al menos conozco. Trabajar en la construcción permite tener una mirada amplia sobre la vida de las personas. 

Lo más triste del mes de abril fue que murió la Malvita, nuestra hámster. Estaba gordita y sanita. Por un descuido, se abrió de bolita rodante y la Coca (mi perrita) la tomó y la pobre se murió de un infarto. Fue penoso verla morir en mis manos. 

Aprendí que no vale la pena dar tanto cuando no se valora el cariño que uno entrega y también aprendí a ser más desconfiada. Me he vuelto más dura, más estricta a la hora de dejar entrar personas a mi vida. Hice un "basta" a la buena onda gratis. Me convencí de alguna forma que las vivencias anteriores preparan la cancha para lo que viene después, cuando tienes muchas diferencias en la forma de ver la vida y de enfrentar las cosas, las personas se vuelven incompatibles, a pesar de que traté de convencerme mil veces que no era así. No soporto la mentira.

Chile ganó la Copa América. Fuimos al estadio con mi papá a ver a Argentina vs Paraguay. Vi a Messi jugar en cancha y me sorprendí del nivel de fanatismo de los trasandinos. Algunos chilenos se pasaron de ordinarios. Entiendo que el fútbol es una pasión, pero no logro procesar la violencia entre equipos. La cosa es que al menos puedo decir que estuve ahí... nos cagamos de frío en la galucha. A raíz de la Copa, se generó la disputa por la "tele de la discordia", que me provocó más de una discusión y mucho estrés.

Destaco nuevamente que en la confianza está el peligro. Por confiada, por creer ciegamente, por weona, me cagaron. Y me cagaron con plata, pero también trataron de cagar en mi honra y ninguna de esas las permito. Me saco la cresta cada día para poder tener lo que tengo, para vivir de la forma que quiero. No aguanto que me roben. Me desquité. Sigo sintiendo que hay personas que son muy conchasdesumadre y que se aprovechan de la bondad ajena. Me tranquiliza, de todas formas, que mantengo la frente en alto y que mucha gente me apoya y confía plenamente en mí. Descubrí nuevos amigos, amigos de corazón. 

Se acabó la obra en agosto, así es que entre que tenía tiempo para unas mini vacaciones y mi ataque de Olguita Marina, partí en avión a Santiago y nos fuimos con la Caro a La Serena. No me acordaba de la ciudad porque hace muchos años que no iba. Lo pasé regio, me desestresé, descansé el cerebro. Realmente estaba chata de todo. Reconozco que me fui arrancando, no quería estar más aquí.

Fuimos con mi familia a pasar las fiestas patrias a las Termas de Catillo. Nuevamente desconectada de todo, disfrutando de la naturaleza, el silencio, la fomedad absoluta. Era fome, para qué voy a decir que no. Pero igual lo disfruté. Jugamos con la Fran en los juegos, ella como niña que es y yo como niña que me creo, fuimos a la piscina termal y había muuuucho para comer. Demasiado.

Mi hija creció. Empezaron los carretes, las salidas, los caprichos, los consejos de mamá, los abrazos y besos permanentes. Este año me tocó darme cuenta que mi hija ya no es una pequeña niña. La adoro por sobretodo. Es mi cómplice, mi fan número uno. Y ahora que escribo esto, la echo de menos. No va a estar conmigo para mi cumpleaños. 

Estuve de Residente de Obra por poco menos de un mes, porque una vez contratada, me volvieron a llamar de la otra empresa y me destinaron a una pega mucho más desafiante en Lota. Me gustó la experiencia, aunque como me tuve que operar entremedio, lo pasé más o menos con el post operatorio que no era con licencia y las condiciones sanitarias de mi pequeña obra no eran las más adecuadas. Pero filo. Había que aperrar no más.  

Por esas razones que se dan casi por destino, reaparecieron mis ex compañeros de colegio y nos reunimos hace poco después de 18 años. Reconozco que me puse ansiosa con la organización. Quizás me lo tomé muy a pecho, pero quería que todo saliera perfecto. Y así fue. Rescato una frase para esta situación: "A veces la vida toma un giro inesperado en la dirección correcta". Ha sido especial reencontrarme con el pasado.

Muchos se han sorprendido por mi cambio físico. Lo comento aquí porque llegó un momento que me dejaron chata con tanta pregunta. Sólo diré que es en base a esfuerzo y sacrificio, que no es gratis. Hay alimentos que definitivamente dejé de comer a diario, la espirulina tiene un efecto espectacular, al igual que los frutos rojos, la avena y las semillas. Espero no tener que hablar más de esto. Hasta mi jefe me preguntaba, ¿no será mucho?? Lo mejor de todo, es que no se notan tanto mis años.., pero igual me altera pensar que en 4 años más voy a ser la señora de las cuatro décadas. Qué atroz!

Se acabó el año, ya pasó Navidad, la Fran pasó de curso, tengo trabajo que espero mantener, tengo mucho más de lo que necesito, pero siempre hay espacio para dejar entrar más experiencias a mi vida. Espero que todo se dé de la mejor forma posible. Tengo fe en que la vida me seguirá sonriendo. Feliz cumpleaños para mí y un muy feliz comienzo de año para Ustedes.